Aceleración sistémica: 3 enfoques para crecer tu negocio

Columna originalmente publicada por el periódico El Financiero 4 de marzo de 2019.

En un mundo que obliga al cambio continuo y celebra la flexibilidad, es fácil subestimar el valor de la consistencia.

Hay muchas formas de crecer el tamaño o la rentabilidad de un negocio.

Se puede poner el énfasis en expandir las ventas para multiplicar el alcance o se puede acentuar el esfuerzo en los márgenes, revisando precios o controlando costos. Se puede invertir en nuevas tecnologías para optimizar procesos; o bien, mejorar la cobranza y los ciclos de efectivo.

Crecer involucra una suma de factores bien gestionados, pero crecer es una decisión. Hay negocios que deciden hacerlo y hay negocios que no. El dueño o director que opta por el crecimiento se confronta con la inercia operativa y presiona una aceleración sistémica.

En su definición más simple, aceleración es el incremento de la velocidad en la unidad de tiempo.

Pero ojo, sea cual sea la fuerza que impulse tal aceleración, para que ésta sea uniforme, debe darse en la misma dirección en la que se decide ir. Si hay alteraciones continuas de curso, habrá cierta desaceleración.

Si bien cada giro o tamaño del negocio puede tener sus particularidades, hay tres factores que suelen favorecer la aceleración de una empresa:

  1. Simplificación obsesiva.-Procesos, métodos, cotizaciones, interacciones, logística y el producto mismo deben ser continuamente revisados con un lente de sencillez y facilitación, y no con una justificación eterna de su complejidad intrínseca. Crecer requiere lograr simplificar lo complejo para facilitar la comprensión, adopción o preferencia de colaboradores y clientes.
  2. Replicabilidad disciplinada.- Sea el todo de un proceso o una suma relevante de fases o etapas, la replicabilidad con estándares acelera el negocio. Y sí, el modelo de tu empresa puede tener un cierto toque artesanal o un grado de personalización, pero ello no elimina la posibilidad de estandarizar múltiples elementos que –aún con variaciones–impliquen una uniformidad que facilite su repetición.
  3. Extensión de marca.- Pocas son las marcas que hoy no pueden ensancharse, aliarse en ecosistemas armónicos o ramificarse hacia nuevos nichos o mercados que puedan nutrir esfuerzos de mercadotecnia o venta. El negocio debe estar continuamente explorando las nuevas fronteras de su marca en los contextos variantes de los diferentes mercados en los que directa o indirectamente participe.

No hay receta única para el crecimiento empresarial. Cada unidad productiva es una pieza de relojería mecánica y digital que trabaja con cargas energéticas distintas, ritmos muy específicos y mezclas experienciales para sus clientes en contextos muy particulares.

Pero así como un cuerpo puede alterar su velocidad por eventos internos o externos en el espacio material que ocupa, la empresa puede alterar su ritmo de negocios y procurar una aceleración sistémica con enfoque en el crecimiento y la rentabilidad.

Y es que en entornos altamente cambiantes, negocio que no se enfoca en su crecimiento continuo deja su decrecimiento probable en la inercia misma o, lo que es peor, en manos de sus crecientes competidores.