El espacio comercial y de oficina se rediseña por nueva normalidad

Columna originalmente publicada por el periódico El Financiero 18 de enero de 2021.

Dejemos de lado que el número de metros cuadrados de oficinas en renta se ha incrementado en cuanta ciudad recorras. Evitemos comentar el número de locales que lucen disponibles en centros comerciales o calles emblemáticas.

La trifecta que produce la aceleración digital estructural, el confinamiento intermitente por la pandemia y la recesión de múltiples sectores productivos de la economía es la causa de que tiros y troyanos se estén cuestionando la utilidad práctica de cada metro cuadrado presente o futuro.

Si bien, cada empresa tiene flexibilidad distinta en sus contratos, amortizaciones diferentes en las habilitaciones que hayan realizado, cambios desiguales en el tamaño de su plantilla laboral y grados de digitalización disímiles en sus modelos de negocio, hay tendencias cada vez más marcadas en las conversaciones que ocurren en el espacio directivo. Aquí tres para la reflexión:

Los más se quedarán trabajando es su casa. – Muchos ya no regresaremos a los corporativos como los conocíamos. La función ya probó poderse llevar a cabo desde casa y ahí se quedará. Aun en el mundo pos COVID-19, la salida al trabajo sólo será a juntas, eventos o asuntos indispensables.

Sí. Se replantearán modelos de retribución y distribución de gastos a lo largo del año, pero también se abrirá la posibilidad de que muchos migren de ciudad sin ver su fuente primaria de ingreso afectada.

En los espacios físicos, sólo los indispensables. – Y esa condición de indispensabilidad será ampliamente discutida y constantemente revisada en razón de la incorporación de nuevos procesos digitales.

Entre tanto, en un esfuerzo perpetuo para evitar contagios, en cada centro de trabajo la alta densidad estará cuestionada y el escalonamiento de horarios será la constante.

El espacio abierto y multifuncional estará en alta demanda. – Excepción hecha en lugares con climas extremos, lo abierto adquiere un valor temporal relevante (terrazas, patios, roofgardens, bodegas con doble altura y ventilación natural).

Y la multifuncionalidad se volverá la constante. Comedores convertidos en set, bodegas transformadas en espacios de coworking, recepciones transformadas en sets, jardines utilizados como comedores y más.

Queda claro que cada espacio tiene su reto. Que cada mudanza u obra tendrá que justificar su inversión. Y cada reducción encontrará resistencia y fricción.

Pero resulta imposible materializar una transformación de cualquier modelo de negocio, lograr una reconfiguración óptima de costos o viabilizar un nuevo tamaño de compañía para mercados altamente sacudidos sin tocar el espacio físico en que la empresa suele o solía operar.

Decía un antiguo jefe mío que las oficinas eran un reflejo casi perfecto de la personalidad de sus dueños. Parafraseándolo –en esta era– el cambio y la velocidad con la que se modifican los metros cuadrados de cada corporación es un reflejo casi perfecto del arrojo y sentido estratégico de sus directivos y dueños.

¿Y CUÁNDO TENDRÁN LAS EMPRESAS ‘DE A PIE’ PERSONAL VACUNADO?

De acuerdo a David Malpass, presidente del Banco Mundial, será hasta el segundo semestre de 2021 y primer semestre de 2022.

El reto de producción global y de distribución hacia los países en vías de desarrollo es de tal proporción que ningún CEO puede asumir que sus colaboradores – si su giro no es clínico u hospitalario– serán mayoritariamente vacunados en fecha próxima.

Disponibilidad geográfica, edad, grado de disposición a hacer fila y más serán los factores que harán que las empresas cuenten con personal vacunado por goteo. Entre tanto, a seguir conteniendo el cada vez más alto riesgo de contagio al interior de cada unidad operativa.